Tuesday 24 April 2007

Los Chanckas “Nosotros si cumplimos”

El imperio Wari desarrolló un sistema de caminos, más tarde perfeccionado por los Incas, que comunicaba la mayoría del imperio. Los caminos que recorrimos entre Ayacucho y Cuzco, a través de impresionantes valles y montañas, están más cerca de este antiguo sistema de comunicación que de las carreteras modernas. Armados de paciencia, emprendimos el camino, hacía Andahuaylas, donde paramos a dormir y repostar. Las once horas de camino hasta Andahuaylas fueron largas, pero recorrimos montañas, valles y altiplanos totalmente espectaculares. Las once horas de camino fueron también suficientes para hacernos una idea de lo inmensa y aislada que es la zona, pero por desgracia resultó ser menos de la mitad del camino.
Al día siguiente, a bordo de Los Chanckas, y bajo el grandioso lema de “Nosotros sí cumplimos” iniciamos, con más dosis de paciencia, lo que debería haber sido la segunda y final parte de nuestro viaje a Cuzco. A las dos horas de viaje la chatarra en la que viajábamos se estropeo. Nuestros ineptos conductores, después de mucho tiempo enroscando y desenroscando tuercas, consiguieron hacer una chapucilla que volvió a poner en marcha el bus y se dispusieron a atravesar, valles y barrancos, satisfechos de que el autobús ya estaba en condiciones. Nuestro sentido del riesgo se disparó y decidimos quedarnos en tierra después de una acalorada discusión con los conductores que no lograban entender nuestra preocupación. Dos horas de espera dieron resultados, y pronto nos vimos a bordo de un nuevo autobús que nos llevaría hasta Abancay, a 4 horas de distancia, donde podríamos repostar antes de continuar, una vez más nuestro viaje a Cusco. El pequeño inconveniente resultó ser que el autobús iba completamente lleno y Matthew tuvo que realizar el trayecto de pie mientras que a mi me cedieron el puesto en la cabina del conductor.
Después de esta experiencia, el resto del trayecto desde Abancay a Cuzco, nos pareció un juego de niños: el camino se convirtió en carretera, pudimos ir sentados, el autobús no se rompió en mitad de la carretera y duró solamente cuatro horas. ¡Todo un lujo! Por suerte, vamos a quedarnos un mes en Cuzco, así que no habrá más historias de autobuses por el momento.P.D. El autobús Los Chanckas parece que llegó sano y salvo a Cuzco.

1 comment:

Punto said...

http://blogs.elpais.com/diario_desde_irak/
Hola Almu te mando esta dirección del blog que es del bibliotecario de la Biblioteca Nacional de Irak, las penurias que pasan con la guerra.
Besos
Pinki