Monday, 25 June 2007

Visita en bicicleta por Montreal

Habiéndonos prometido después de nuestra última experiencia en Perú no volver a hacer una excursión en bicicleta nunca jamás, la posibilidad de explorar Montreal sobre dos ruedas, con un tiempo estupendo, resultó demasiado tentadora. Y la verdad es que, por una vez, no nos tuvimos que arrepentir. Montreal es una ciudad totalmente camaleónica y parecería imposible imaginar en medio del crudo invierno, a 30 grados bajo cero y con una capa de nieve que lo cubre todo que la cuidad pueda resurgir llena de luz, vida y color. Y como si fuera una ciudad que visito por la primera vez, exploramos en bicicleta los distintos rincones de la ciudad; el canal, el Montreal antiguo, el viejo puerto, el río Saint Laurent, sus parques… Y en los que podía vislumbrar un vago parecido con la ciudad fría y blanca (pero también preciosa) que conocí en el invierno. ¡Increíble!

Visiting Montreal by bike

Having promised ourselves, after our last experience in Peru, never to undertake another excursion by bike, the possibility of exploring Montreal on two wheels, with a fantastic weather, was too tempting. And the truth is that, for once, we did not have to regret it. Montreal is a completely chameleonic city and it would seem impossible to imagine, in the middle of the harsh winter, with minus 30 degrees and a layer of snow covering everything, that the city could resurface full of light, life and colour. And as if it were a city that I was visited for the first time, we explored by bike different corners: the canal, old Montreal, the old port, the Saint Laurent, the parks… and in all of them I could recognize some vague resemblance with the cold and white (but also pretty) city that I had visited in winter. Amazing!

Boda de Eli y Gio: comida y más comida para una gran celebración

El motivo de nuestro viaje a Montreal fue el esperado evento de la boda de Eli y Gio. Eli es el amigo de la infancia de Maciu y por supuesto, no podíamos perdernos su boda, incluso si eso conlleva volar de una punta a otra para llegar a tiempo. Y tanto viaje y tantos kilómetros valieron la pena. La celebración comenzó el miércoles, con un ensayo general de la ceremonia y una abundante y estupenda cena en un restaurante griego. Despedida de soltero el viernes (a la que por supuesto, sólo los hombres estaban invitados) y cena pre-boda el sábado nos sirvieron para calentar motores para el día grande. El domingo 17 amaneció gris y lluvioso pero la lluvia decidió ponerse de nuestro lado y sólo descargo por la mañana y durante la ceremonia en la sinagoga y nos permitió disfrutar del cóctel que se sirvió en casa de Eli y de la deliciosa (y de nuevo abundante) cena italiana servida en la terraza de Bice y amenizada por los tradicionales discursos típicos en las bodas extranjeras, incluido el de Maciu. Como no podía ser de otra forma en un gran amante de la cocina como Eli y una tradición italiana como la de Gio, la cena fue digna y todavía estábamos haciendo la digestión cuando llegó la hora del último evento; el desayuno al que nos invitaron al día siguiente en casa del novio… ¡ufff, creo que no puedo comer ni un pedacito más!

Eli and Gio’s wedding: food and more food for a great celebration

The reason for our trip to Montreal was the awaited wedding of Eli and Gio. Eli is Matthew’s oldest friend, and of course we could not miss this event, even if that implied flying around the world to arrive on time. And so many trips and so many kilometres were definitely worth it. The events started on Wednesday, with a general rehearsal and a great and abundant dinner in a Greek restaurant. Stag night on Friday (to which, of course, only men were invited) and pre-wedding dinner on Saturday, allowed us to get ready for the big day. Sunday 17 woke up looking grey and rainy, but the rain decided to ally with us and only fell during the morning and the ceremony in the synagogue allowing us to enjoy the cocktail that was served at Eli’s house and the delicious (and again abundant) Italian dinner served in Bice’s terrace, interspersed by speeches, including Matthew’s best man speech. As expected from a great foodie as Eli and an Italian tradition like Gio’s, dinner was amazing and we were still digesting at the time of the last event: the brunch we were invited to the following day at the groom’s house…. Gosh, I think I can’t eat any more bagels!

Tuesday, 19 June 2007

Bienvenido a Quebec!

En el enorme coche que alquilamos, en un estilo totalmente Americano, iniciamos nuestro viaje a Montreal. Con unos 600km por delante, dejamos la casa de María apresuradamente, tan apreasuradamente que no nos dió tiempo ni a desayunar. No importa, pensé, algún sitio encontraremos en el camino… pero ninguno nos llamaba, y los kilómetros pasaban y pasaban y no nos decidiamos a parar. No te preocupes, dijo Maciu, en cuanto crucemos la frontera de Canadá habrá un Tim Hortons y podemos parar allí a comer. Tim Hortons es la versión Canadiense del Dunkin Donuts, así que tampoco es que la sugerencia prometiese mucho, pero nos daba un objetivo… excepto que al pasar la frontera Tim Hortons no estaba esperando y todavía quedaba hora y media hasta Montreal. La próxima vez ya se: no debo dejar mi estomago en manos de Maciu ni salir de casa sin desayunar!

Welcome to Quebec!

On the enourmous car that we rented, in pure American style, we started our trip to Montreal. With 600km ahead of us, we left Maria’s house in a rush, in such a rush that we did not even have time for breakfast. Never mind, I thought, there will surely be a place to eat on the way… but none of them looked great, and the kilometers passed by without us stopping. Don’t worry, said Matthew, as soon as we cross the border there will be a Tim Hortons and we could stop there for lunch. Tim Hortons is the Canadian version of Dunkin Donuts, so overall this wasn’t such a promising option, but at least it gave us an objective… except that Tim Hortons wasn’t waiting for us when we crossed the border and there were still 1.5 hours to go to Montreal. Next time I will know better: never trust Matthew if you want to make sure you eat, and never leave the house without breakfast!

Monday, 18 June 2007

Sexo en Nueva York… bueno, no exactamente

Una combinación de suerte y previsión hizo que nuestra visita a los Estados Unidos coincidiera con la visita de Juliet a Nueva York. Así que, después de todos estos meses, deje a Maciu tranquilamente en New Haven y me dirigí a la Gran Manzana para, en un escenario un poco diferente al habitual, para ponernos al día de mis viajes y de las novedades de la vida en Londres en mi ausencia. Caminamos por la Quinta Avenida, la Avenida Madison, Central Park y, en puro estilo de “Sexo en Nueva York”, nos fuimos a hacer la manicura (todo esto mientras Maciu se dedicaba a tareas un poco más intelectuales visitando los museos de New Haven y debatiendo si presentarse al casting para la próxima entrega de Indiana Jones que ruedan en la ciudad). La manicura me puso por encima del presupuesto diario de 10 dólares, a pesar de lo bajo que esta el dólar, pero ahora me puedo sentar a escribir el blog admirando unas uñas que no parecen las mías y que decididamente no van a durar mucho…